Ser Ayuda Idónea, algo más trascendental
- Luz Francesca
- 23 sept 2016
- 5 Min. de lectura
Quizás algunos de ustedes sepan que en Génesis 2:15 dice ¨Dios el Señor tomó al hombre y lo puso en el huerto de Edén, para que lo cultivara y lo cuidara¨ y luego en el verso 18 ¨ Después dijo Jehová Dios: «No es bueno que el hombre esté solo: le haré ayuda idónea para él.»¨ y allí apareció la primera de nosotras, Eva.
Desde que me casé he intentado que este concepto cobre significado en mi vida, porque creo fielmente que si nos apegamos al propósito para el cual fuimos creados, tendremos vidas más felices y centradas. Años más tarde he entendido que el rol de la mujer es más completo del que imaginaba, y mi rol de ayuda idónea para con mi esposo es el principio de mi papel como ayuda idónea para con todo lo que me rodea.

Esto es un tema delicado en el mundo en que vivimos tan alejado de las verdades de Dios, pero la semana pasada me invitaron a compartir mi testimonio en un grupo de mujeres y decidí dejarlo escrito por aquí también.
Antes de mudarnos a Miami el año pasado, yo podría decir que tenía una vida como la soñaba. Había estudiado la mejor carrera (Ingeniería de Producción), estaba trabajando en una compañía que amaba en Venezuela, mi esposo tenía un trabajo que disfrutaba y podíamos pagarle a alguien que nos ayudara con las tareas del hogar y las comidas. Desde que nos casamos, Dios siempre ha estado en el centro de nuestras vidas, ambos dirigíamos ministerios en la iglesia donde asistíamos, así que...¿Qué más podría pedir?
Hasta que...mi esposo recibió una oferta laboral que incluía mudarnos a Miami, a la cual después de conversaciones y consejos, respondimos que si. En Julio 2016, teníamos una vida nueva, yo no tenía trabajo y ahora era yo quien haría las tareas del hogar. Sin familia, en una nueva iglesia gigante totalmente desconocida y con un título universitario sin tanto valor aparente. Muchas personas me dijeron que sacara otra carrera en Miami, o un postgrado, pero no es tan fácil empezar de cero y a eso sumarle los gastos de educación. Además, llegamos a plantearnos la idea de buscar trabajo en una tienda o de secretaria que era lo que me ofrecían para comenzar, y no me malinterpreten...pero ¿Qué pasaba entonces con esos 5 años de arduo trabajo en la Universidad? ¿No iban a servir ahora? Todo esto para mi era un retraso, me sentía inútil y el no saber si iba a volver a ejercer me generaba un vacío horrible. Comencé algunas ideas de emprendimiento pero ¿Qué se suponía que hiciera aparte de esperar? Yo seguía buscando trabajo pero nada. ¿Para que Dios me trajo a este lugar? En Venezuela hay tanta necesidad, y en este país nadie necesita nada. La iglesia en Venezuela necesita apoyo, aquí todo esta hecho. No habían respuestas aparentes aparte de mi impaciencia y orgullo, yo sabía que eran mis respuestas emocionales y que mas bien debía estar agradecida por la oportunidad.
Hasta que leí un día 1 Corintios 1:5-8 ¨pues por medio de él habéis sido enriquecidos en todo, en toda palabra y en todo conocimiento, en la medida en que el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado entre vosotros, de tal manera que nada os falta en ningún don mientras esperáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo¨
Yo sé que es un poco enredado el versículo pero en resumen, Dios me estaba diciendo que el día en que yo lo recibí yo había sido enriquecida en todo, y que no había nada que me faltara para llevar acabo su obra. Además, me dio una perspectiva eterna, recordándome que El se va a manifestar a los hombres un día, y en ese día todo tendrá fin, y nuestros dilemas se acabarán y no representarán nada al lado de una eternidad con Él. Esta vida no es el fin. Las cosas de este mundo van a pasar más rápido de lo que imaginamos, y nuestras carreras, nuestros trabajos, ministerios...son sólo herramientas para vivir en este mundo, herramientas para crecer, para madurar, para proveer, pero no tienen valor en sí mismas. Ningún médico o ingeniero es mejor que un heladero por su profesión y todo el mundo lo sabe. El valor de una persona no radica en eso.

Yo decidí venirme a Miami para apoyar a mi esposo y su visión, y porque la verdad, fue una gran oportunidad que Dios nos dio como familia y debía confiar que todo iba actuar para bien. Y si eso implicaba sacrificar algunas cosas, pues también era válido. Yo podía hacerlo, yo estaba capacitada para todo, lo importante era tener la actitud correcta.
Desde el principio podemos ver como Adán tuvo el mandato de guardar el jardín del Edén y luego como Dios nos hizo para apoyarlos en esta tarea. Así que Dios ha usado nuestros talentos y dones para ser ayudas idóneas para las personas que nos rodean desde el Génesis, está en nuestro ADN. Vemos a alguien con visión, y estamos listas para ayudar a cumplirla.
Así que tu experiencia, tu educación, tus talentos, tu carrera, tu sabiduría...serán para invertir en otros, no sólo para tu trabajo, pero más aún para alguna fundación que quieras apoyar, para algún sueño que quieras lograr, para un proyecto de emprendimiento, para servir en tu iglesia, y por supuesto, para enriquecer el núcleo más básico e importante de la sociedad, tu familia, esposo e hijos deberán ser (a mi juicio) lo primeros en disfrutar de tu tiempo y de tu rol como ayuda idónea para con ellos.
Lo más importante es no permitir que nuestra identidad como mujeres se base en las cosas que hacemos o sabemos, pues de nuevo, son sólo herramientas y costumbres del mundo en que vivimos, no deberían ser la descripción en la imagen de nuestras vidas. Si nos apegamos a estas cosas, vamos a ser personas egoístas, y van a representar barreras que no nos permitirán crecer. El mundo busca éxito profesional y metas que muchas veces son vanas en sí mismas, basadas sólo en cosas materiales o renombre.
Sal, desarróllate, estudia, aprende...pero que sea para dar bien a tu familia, no para quitarles el privilegio de verte o disfrutarte, no para que te sientas más que otros, no para sólo ganar dinero, sino también para añadir y aportar donde sea que te encuentres. Enseñándole a un niño a contar, ayudando a un viejito a cambiarse la ropa o presidiendo una compañía. Que tus logros no guarden un lugar de orgullo en tu corazón como lo guardó en el mío, y le robó el sentido a mi vida por unos meses. Dios necesitaba enseñarme esto y prepararme para el futuro antes de darme otro trabajo y así lo hizo.
Ahora me siento mucho más preparada para lo que venga, estoy explorando otros gustos que no sabía que tenía, aprendiendo y desarrollándome en el mundo de las redes sociales y hasta haciendo cursos de fotografía. Estoy decidida a dejarlo todo cuando vengan los niños, o al menos quedarme con lo que pueda sin que ellos se vean afectados. Y no me parece descabellada la idea de mudarme de nuevo de país, regresarme a Venezuela, emprender un negocio, abrir un grupo de la iglesia en casa para aprender de la Biblia y de la vida, todo ha pasado por mi mente, todo es posible si está en los planes de Dios. ¿Por qué no? ¡Arriésgate tu también a ser aquello para lo cual fuiste creado!
Gracias por leerme, este estuvo intenso porque es el primero de la sección de vida. Déjame saber si tienes alguna duda o quieres más detalles. ¡Que Dios te bendiga!
Commentaires