Cocinando Amistades (y Pollo al Curry)
- Luz Francesca
- 16 oct 2016
- 5 Min. de lectura
El curry no siempre ha sido mi especie favorita, siempre me ha parecido un sabor fuerte, y en algunos casos, bastante picante. Pero poco a poco he podido agarrarle el gusto, y tolerar algunas de sus preparaciones. Hasta que un día, probé el Pollo al Curry, en una preparación conocida que le llaman Massaman. El pollo se cocina en salsa de curry (entre otras cosas) y luego puedes agregarle arroz, lo que se convierte en una especie de asopado que terminó siendo mi favorito.
Mi amiga Sarah (la de la foto), que conocí este año, es muy talentosa con las manos y también muy creativa, y me invitó una noche a su casa para que por primera vez preparáramos esta receta (cabe aclarar que yo no hice mucho más que cortar, tomar fotos y babearme mientras ella me explicaba todo). Lo que hice bastante fue hablar. Que liberador es para una mujer relacionarse y expresarse, todas lo necesitamos. Sarah y yo nos reunimos mientras nuestros esposos asistían a una reunion en la iglesia. Ella es americana y criada gran parte en Honduras, pero Hector, su esposo, es Venezolano. Y bueno, ya podrán imaginarse como hicimos ¨click¨ desde que nos conocimos, hablando de chamo, arepas, conchale vale, panas y tequeños.

Para Tano y para mi ha sido una bendición conocerlos, creo que es muy sano tener personas a nuestro alrededor que compartan nuestras convicciones y que nos impulsen y animen a ser mejores. Con quienes podamos no solo compartir tiempos libres, sino donde nuestras vidas sean aguzadas, y podamos ser transparentes y vulnerables para dejarnos corregir y así, aprender. Como dice Proverbios 27:17 "Hierro con hierro se aguza; y así el hombre aguza el rostro de su amigo". Debemos procurar tener amistades que edifiquen nuestras vidas, no sólo para que puedan ser una influencia positiva en nuestras vidas, pero más aún para permitirles regañarnos cuando sepan que estamos fallando. Por más difícil que sea, es bueno abrir tu vida con alguien que pueda ver los huequitos y las costuras que necesitan de la intervención de Dios. Yo tengo el placer de contar con varias mujeres así en mi vida, comenzando con mi mamá.
Y eso es lo que estábamos haciendo Sarah y yo esa noche, no solo cocinado un exquisito Pollo al Curry (que por cierto, no los voy a dejar sin la receta tranquilos). Sino, cocinando nuestra amistad y conversando de temas con los cuales ambas lidiamos día a día. Discutiendo sobre esas preguntas sin respuesta en nuestras mentes, y de esas debilidades que tenemos como mujeres. De cómo permanecer firmes en la fe en un mundo que se cae a pedazos, y cómo ser esposas y futuras madres que traigamos bendición a nuestras familias.
Es fácil hablar de lo que haces en el día, de tus viajes, de tus proyectos, de lo que cocinas, y de lo feliz que eres. Que difícil es hablar de tus debilidades, de tus errores, de tus fracasos, de lo mal que te comportas a veces con tu esposo o tus padres, de las veces que metes la pata o de lo inseguro que te sientes. Hay un refrán latino que dice que ¨los trapitos sucios se lavan en casa¨. Pues claro, nadie quiere que vean que tienes trapos sucios, pero créeme, todos los tenemos. Deja de pensar que eres perfecto y exponte a la verdad, Juan 8:32 dice que conoceremos la verdad y que la verdad nos hará libres. Mientras más te expongas, mayor ayuda podrás recibir para blanquear esos trapitos. Algunos necesitamos más ayuda que otros, a veces es necesario visitar a un profesional, pero todos necesitamos confesar unos a otros y ser perdonados (Sant. 5:16). En algunos casos es sólo hablar, pero de vez en cuando nos toca actuar y hacer cambios, ajustarnos y comenzar de cero.
Yo hablo muchísimo con mi esposo, el pobre queda mareado de toda la información que yo le lanzo, pero él mismo es testigo de las veces que le he pedido perdón, y de las veces que él ha tenido que corregirme en mis errores, y sobretodo malas actitudes. De nuevo, aquí no se trata de ser perfectos. Dios no hizo de barro, pero Él quiere que podamos ser transformados día a día a la imagen de su Hijo, y la única manera es que seamos expuestos, y nos abramos a recibir críticas y correcciones. Cuenta tus problemas o tus dudas, comparte tus inquietudes con gente madura que ya haya pasado por ahí. Ábrele tu corazón a una amiga si eres mujer, o amigo, si eres hombre, alguien que esté experimentando lo mismo que tú. No te encierres, no eres el único que está pasando por eso, y por supuesto, escucha y ve dispuesto a cambiar. Y por último, y para nada menos importante, háblale a Dios de lo que estás viviendo, El es tu creador y sabe cómo pasar por ese valle mejor que tú. Ora constantemente, orar es hablar con Dios.
No te creas auto-suficiente, no lo somos. Así que ve y compra los siguientes ingredientes e invita a alguien a comer mientras cocinan (los postres son más terapéuticos). Si no cocinas o eres hombre, probablemente elijas comer en un restaurante, también es válido. Lo importante es dedicarle un tiempo consciente a cosas importantes como éstas, y menos a cosas que nos distraen pero no edifican nuestras vidas. ¡Hazlo parte de tu rutina de vida!
Ingredientes del Pollo al Curry (para 4):
4 Pechugas de Pollo
1 Cebolla grande picada en trozos pequeños
1/4 de Pimentón verde picado en trozos pequeños
1 Cucharada de Ajo picado bien fino
1 Cucharada de Aceite de Coco (Puedes usar oliva también)
2 Latas de Leche de Coco
1 Cucharadita de Curry en Polvo
1/4 de Cucharadita de Allspice (varias hierbas) o Nuez Moscada
1 Cucharada de pasta de Curry Rojo
1/4 de Cucharadita de Comino
1/4 de Cúrcuma
Sal y Pimienta al gusto

Preparación:
No pretendan que esto sea un párrafo demasiado descriptivo, espero que tengan una muy buena imaginación con las imágenes que les coloco abajo, ya que como bien saben, ésta receta es de Sarah y yo sólo soy su fiel colaboradora. No vale, ahora en serio, el proceso fue bastante sencillo.
- Se cortan las pechugas de pollo en pedazos medianos, la verdad esto es al gusto, ya que pueden ser pedazos pequeños también.
- Con sal, pimienta y aceite de coco se dora un poco el pollo en una sartén, mientras la cebolla, el pimentón y el ajo se sofríen en una olla mediana, también con aceite de coco. Sarah dice que pueden usar otro aceite pero el de coco es mucho más sano.
- Se agregan poco a poco las especies al sofrito y se remueve para lograr que se mezclen bien.
- Se agregan los trozos de pollo al sofrito mezclando, y después de unos 2 minutos, se le agregan las latas de leche de coco. Esta ya es la parte final.
- Se remueve constantemente, se deja hervir, y luego se baja a fuego medio-bajo por unos 20 min mientras el pollo se cocina completamente. ¡Listo!
Finalmente, el plato se acompañó con arroz integral y repollo morado, así como con una rodaja de limón para darle un toque final al pollo. La consistencia de la salsa es a gusto del chef y de los comensales. Puedes dejar que se seque más o dejarla abundante para lograr que el arroz la absorba en el plato. Espero que hayan disfrutado la receta y la cena entre amigas, escríbanme para saber si la hicieron y qué tal les quedó. En mi post en Instagram tienen los datos de Sarah si tienen dudas con respecto a la preparación, si la siguen, pueden ver en su perfil su tienda en línea de accesorios hermosos confeccionados por ella, como les dije, tiene talento creativo. Abajo les dejo la imagen final del plato. ¡Buen Provecho!

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